Este día se celebra la abundancia de la luz, siendo el día más corto y la noche más larga del año. Es un momento de siembra profunda, donde a través del fuego se da la bienvenida al sol y a los días más cálidos.
Este día se celebra el despertar de la tierra y sus primeros brotes. El invierno está llegando a su fin y es momento de dejar atrás todo lo que ya no nos sirve para abrir paso a lo nuevo. Es momento de conectar con nuestra esencia y nuestro camino/propósito.
Ostara es la celebración del inicio de la primavera. El día y la noche se encuentran en perfecto balance. La luz empieza a crecer y honramos la energía de la fertilidad, crecimiento y renovación. Momento para planificar metas y enfocar nuestro camino en nuestro mayor propósito.
Este es un día alegre, excitante, placentero, feliz, lleno de amor y pasión donde honramos a la vida. La fertilidad es el tema principal donde se celebra la energía de abundancia que se expande a través del reconocimiento de los regalos que el universo nos da.
Este día se celebra al sol y a la luz en su máximo auge, siendo así el día más largo y la noche más corta del año. Se honra la energía de potencial y éxito que nos rodea, por eso es un momento ideal para manifestar nuestras metas, poner en acción los deseos de nuestro corazón y crear la vida que deseamos.
El tema principal en este momento del año es la realización. El sol aún pone su energía en la tierra para producir la primera cosecha del año. Es una celebración que refleja los logros a nivel físico, emocional, mental, espiritual y creativo que se trabajó en los anteriores meses. Nutrirnos y nutrir a los demás desde el corazón es una manera ideal de honrar este momento del año.
Mabon es una celebración del balance, la estabilidad y armonía; los días y las noches están en equilibrio una vez más. Es un momento de agradecimiento a toda la energía que nos dejó el verano. Esta es la segunda y última cosecha, es recomendable guardar los mejores frutos para la próxima siembra. Para agradecer debemos realizar una introspección del camino recorrido y valorarlo.
El ciclo ha llegado a su final. Es una celebración donde se honra a la muerte y la transformación. Se cree que este día el velo que nos separa del mundo espiritual se cae y por ello honramos a los seres queridos que han retornado a la Fuente y a todo aquello que nos transformó en el ciclo. Es un momento de ir hacia nuestras profundidades y reflexionar.